Las lavadoras deben tener alguna forma de bloquear el mecanismo de cierre de la puerta cuando la máquina se pone en marcha y luego desbloquearlas con un cierto retraso después de que se haya apagado la corriente mediante el programa o el interruptor de encendido/apagado, para garantizar que el la puerta no se puede abrir mientras algunos de los componentes siguen girando inicialmente.